lunes, 29 de agosto de 2011

"Unidos venceremos"

Cuando ellos se aferran a pegarnos en donde más nos duele, nosotros siempre estamos dispuestos a demostrarles que somos más grandes que sus agresiones. La ciudad está triste, pero nunca derrotada. La gente de México siempre está dispuesta a luchar por lo que le corresponde. La afición al futbol, un claro ejemplo de nuestra fuerte sociedad.

La jornada que recién pasó fue una muestra de todo lo que somos capaces. En Monterrey, la gente ya no quiere violencia. La gente quiere salir a la calle y estar tranquilos. La gente quiere ir al futbol, por eso, la afición llenó el Tec. Todos vestidos de blanco, todos convencidos en querer ayudar a su amada tierra regia.

Con buenas intenciones que seguro estoy se convertirán en acciones, la afición rayada se vistió de blanco y fue a apoyar a su equipo. Todos alentaban a los suyos, pero al mismo tiempo se percibía un ambiente incierto, la gente está triste, a la gente le duele su México.

Fue entonces cuando Luis Ernesto Pérez Gómez, el que llegó en 2003 a Monterrey para convertirse regio y ser el símbolo de los rayados, nos recordó que todos podemos, que unidos venceremos. Con un potente disparo con excelente colocación, la pelota terminó en las redes. Ahí, el Tec, la gente, la afición se llenó de alegría. Todos de blanco, gracias a esa demostración de "querer es poder", la sonrisa regresó.

Al minuto 28 del partido entre Monterrey y Santos, el golazo de Lucho nos hace reflexionar que el que las intenta, las festeja. Que el que pelea, gana. Y todos aquí amamos a nuestra tierra, todos aquí queremos que México triunfe. Ese sábado, en el estadio donde juegan los rayados, una verdadera manifestación contra la violencia se llevó a cabo cuando 30 mil aficionados al futbol, también gritaron por la paz. Lo pregunto Andoni Bombín: "¿Hay algo más bonito que celebrar un gol?". No lo hay, cada uno sigamos gritando esos goles que nos dan la fuerza de seguir adelante.

El trabajo en equipo, el sacrificio del compañero, el líder nato, el que concluye las jugadas, el que arma la estrategia, el que motiva, el que asiste a los demás, el que detiene los ataques del contrario, el que está pendiente de no caer fuera de lugar, el que ejecuta de manera perfecta la técnica individual. Todos hemos sido, o conocemos alguien que desempeña perfectamente estos roles en un rectángulo verde. Vamos a juntarnos y desarrollemos esto para nuestro amado México.

Cada vez que nos ponemos la verde y gritamos con todo los goles del TRI, cada vez que prendemos la tele para ver a nuestro equipo luchar y esta vez que todos nos vestimos de blanco y fuimos a exigir paz. Signos inequívocos de que podemos estar unidos. Hagamos algo por nosotros. Viva México.

Lo dijo uno de los más grandes de la historia, Alfredo Di Stefano. "Ningún jugador es tan bueno como todos juntos".

Aquí, desde el sillón, vamos a ayudar a nuestro México.

AP

Los invito a ver este video y reflexionemos. "Hay razones para creer en un México mejor". Aplausos a la afición más unida.

lunes, 22 de agosto de 2011

Es nuestro, es lo que más queremos.

Entonces cuando Diego se plantó en el centro de "La Bombonera" el día de su despedida a recordarnos que el futbol es el deporte más lindo y que pase lo que pase "la pelota no se mancha" nunca nos imaginamos que esa frase la recordaríamos años después gracias a la situación de nuestro país.

Si Pablo, después de una intensa semana de trabajo ya quiere que llegue el sábado es solo para ir al estadio, para olvidarse de las presiones, para relajarse y volver a ser niño, para que no le importe nada más que sus guerreros que durante 90 minutos lo tienen con las emociones al límite. Si Pablo ya quiere que sea sábado, es para ir al futbol. La válvula de escape de los problemas, el antídoto contra el miedo. Si Pablo dice que hoy va al estadio, es porque esta harto de escuchar de inseguridad, de desempleo y de cualquier otro tipo de presiones. El sábado, Pablo se despertó, se puso su casaca a rayas verdes con blancas y se dirigió a su templo sagrado, a su amado Territorio Santos Modelo.

Y todo para que en 40 minutos, ellos terminen con lo que más queremos. Pero a ellos les recuerdo las palabras de Diego: "la pelota no se mancha". Y Maradona se refería a un caso en particular, pero tiene repercusión en todo lo malo que pueda rodear al balón. Aquí amamos el juego, la rivalidad es deportiva. Aquí hacemos todo por un juego, el que al final reúne familias, invita a la sana convivencia. Aquí nos gusta el futbol porque nos rejuvenece el corazón y a los niños les inculca un "no sé qué" que jamás olvidarán. El que toca una pelota, el que se pone la camiseta, el que vibra con el juego, nunca va a dejar que le ensucien lo que más quiere.

Y que importa si de lunes a viernes tenemos que presionarnos, el sábado es el día de la pelota. Dejen de molestarnos. Y que importa si los otros días de la semana nos peleamos con el vecino, el sábado todos vamos a apoyar nuestros colores. Y que importa si nuestro jefe nos regaña, por lo ocurrido el sábado, el lunes todos llegamos en el mismo canal. Eso, gracias al futbol.

Si ellos tienen una guerra injustificada, allá ellos. Si ellos están obstinados en defender lo indefendible, pobres de ellos. A nosotros, que nos dejen disfrutar lo nuestro.

Lo de Torreón es un hecho sin precedentes en nuestro país, es triste, es inhumano y no se puede tolerar. Si el estadio está situado en la frontera de un grupo y otro no es nuestra culpa, que se vayan a otra parte. Si a la hora del juego deciden toparse, no es nuestro problema. Por favor, que la pelota no se manche. Teníamos un día en el que todos éramos niños, teníamos un día en el que todos estábamos relajados, teníamos un día en el que se podía convivir en familia, teníamos un día en el que la alegría del juego nos invadía. Ahora, solo tenemos un par de horas. Ahora, nos quieren quitar también esos 90 minutos y tiempo de descanso.

Y gracias a que Pablo pudo llegar a su casa sano y salvo, su familia está en paz. Pero Pablo, con el dolor de su corazón, ya no regresa más a la casa de sus guerreros.

Y pase lo que pase, al balón se le seguirá queriendo. Pase lo que pase, con el futbol seguiremos vibrando. Pase lo que pase, la pelota no se mancha.

Aquí, desde el sillón, seguiremos viviendo como siempre el día del juego.

AP

lunes, 15 de agosto de 2011

Garra, entrega y orgullo.

En el 2005 se ganó el mundial sub 17 y nos llenamos de felicidad, coincidimos que era un hecho aislado hasta ese momento. En 2011, México volvió a ganar el mundial sub 17 y ahora si nos convencimos que en nuestro país tenemos talento y talento en serio.

Lo logrado por la selección sub 20 en Colombia solo confirma que tenemos mucho, que tenemos como hacerle frente al mundo, que tenemos lo suficiente para que el planeta hable del futbol mexicano, para llegar lejos. Pero, lo más importante, es que esto es la prueba más grande de que nos falta trabajar. La gente de pantalón largo tendrá que reestructurar la formación de los talentos que sin duda existen. En seis años México ha logrado dos campeonatos mundiales sub 17 y estamos instalados en una semifinal de un mundial sub 20.

Soñar también tiene sus consecuencias. Soñar con algo es tener la intención de lograrlo. Señores, dejemos de soñar que esto ya es realidad, pongámonos a trabajar con los jugadores, llevémoslos por el camino indicado. Aquí hay futbol, futbol del bueno.

Actualmente se juega el mundial sub 20 en Colombia, un mundial que históricamente ve nacer a los grandes jugadores. México está ya en los mejores cuatro del torneo. Se inició en un grupo complicadísimo, el "F". Los grandes históricos Argentina e Inglaterra eran siempre favoritos sobre el TRI y la débil Corea del Norte.

En el primer partido se perdió con Argentina, aunque los verdes jugaron mejor. Se le gano a los coreanos 3 - 0 y después contra los ingleses el marcador terminó sin goles. Esto fue suficiente para que los dirigidos por Juan Carlos Chávez se instalaran en los octavos de final de la justa mundialista.

En la segunda ronda, después de un muy intenso partido y empate en los 90 minutos y tiempo agregado, Camerún se fue a su casa a manos de los mexicanos que cobraron los penales como debía de ser. Seguros y al fondo de las redes. En tres penales se acabó el partido. Lo bueno venía después, la verdadera prueba para el TRI. En cuartos de final se venía el local y también favorito Colombia. Los cafetaleros tenían su estadio, su gente y grandes promesas del futbol.

Partido parejo al inicio, pero al minuto 37, desde los once pasos, el delantero de las Chivas de Guadalajara, Erick Torres, adelantaba a los verdes. El "Cubo" se encargaría de demostrar que en nuestro país existe talento, existe garra, existe entrega y existen las ganas de sobresalir, de luchar y de siempre ir para adelante.

Al minuto 60, Colombia empataría el juego y ahí, en ese instante, la gran prueba. Lo mental entraba al terreno de juego. Quedarían 30 minutos de futbol frente al local, frente a los colombianos en Colombia. Con lo que caracteriza a los nuestros, con amor al balón, al 69 y al 88, el joven de Atlas, Edson Rivera, marcaría los tantos definitivos para sellar el encuentro. 3 - 1 a los locales y México está en semifinales del mundial.

Y si está comprobado que la cantera entrega resultados, si esta comprobado que en México está el buen futbol, si está comprobado que en nuestro país tenemos grandes amantes del balón, si aquí está la gente dispuesta a defender su camiseta a muerte, si aquí luchamos por nuestros colores con orgullo y mucha garra. ¿Por qué a los encargados de cuidar a los talentos no les interesa sobresalir? ¿Por qué se siguen conformando con resultados mediocres? ¿Por qué la meta sigue siendo llegar al famoso quinto partido? ¿Por qué?

En menos de dos meses México figura de manera trascendental en los mundiales de futbol juveniles, en menos de dos meses tenemos grandes prospectos para el futuro del TRI mayor, en menos de dos meses nos dimos cuenta que la culpa de que México no gane en futbol la tiene la gente encargada de llevar procesos, de cuidar a los futbolistas, de no inflarlos con precios y falsas promesas.

El partido de semifinal del mundial sub 20 es el próximo miércoles y es en contra de Brasil. No es un partido sencillo, es un partido de semifinal de copa del mundo, 38 días después de haber ganado una copa del mundo.

México esta para jugar los grandes partidos de los mundiales. Vamos a trabajar, aquí tenemos lo necesario para llegar a 7 partidos en la copa del mundo mayor. Se necesita amor a la pelota, garra, entrega, orgullo y eliminar a los actuales directivos del futbol nacional.

Aquí, desde el sillón, vemos a México protagonista en mundiales.

AP

lunes, 8 de agosto de 2011

Murió el "Project 2010".

Cuando Estados Unidos de América tiene un proyecto, usualmente lo cumple. El país potencia mundial en muchos ámbitos lo es también en los deportes. Grandes gimnastas, nadadores, corredores, basquetbolistas, beisbolistas. En todo los mejores y si no son los mejores están cerca de serlo. El futbol, su punto débil.

Nadie puede creer a primera instancia cuando escucha "Estados Unidos fracasó" en cualquier caso. Señores, les digo, Estados Unidos fracasó.

Les cuento que después del mundial de 1994, del cual fueron sede y cumplieron con un gran papel al calificar a segunda ronda para caer ante el que sería el campeón de esa competencia. En el país que tenemos al norte surgió una inquietud por conquistar al mundo por medio del balón.

Antes del mundial de Francia en 1998 se creó el "US Soccer Project". Un ambicioso plan de trabajo para ser el número uno del mundo en poco más de diez años. La consecuencia de ese plan era clara, figurar en el mundial del 2006 y levantar la copa del mundo en el 2010.

Con 50 millones de dólares y el patrocinio de la marca "nike" los norteamericanos crearían infraestructura por todo el país, incluirían el "soccer" en las escuelas y se dedicarían a formar jugadores de primer nivel. Atletas que se convertirían en futbolistas y figuraran en las mejores ligas del planeta.

En Brandenton, Florida se abrió el "US soccer under 17 residency camp" donde aparte de trabajar en futbol, se becaron a cientos de miles de niños y jóvenes durante todo este tiempo y de esa academia surgieron Donovan, Dempsey, Altidore, Beasley entre otros.

Poco a poco surgieron los resultados para Estados Unidos. Cuartos de final en 2002 y todo viento en popa. A México se le peleaba tan parejo hasta que llegamos a dudar si eran mejores. Surgían nuevos jugadores y viajaban al viejo continente a desempeñarse en las mejores ligas. Donovan era peleado por el Everton y el Bayern Munich. Llegó la confederaciones de 2009 y se le ganó a España. En el mundial de 2010 se perdió con Ghana en octavos y ahí empezaron los problemas.

En el mundial de 2010 de los once titulares del equipo norteamericano, seis habían surgido de la academia de Brandenton. En ese aspecto, cumplieron. Pero ni en 2006 ni en 2010 figuraron. Nada. En la zona si lo hicieron, pero en la zona juega México y todos los demás. Creían que iban como caballo de hacienda hacia su meta, pero no es tan simple. La debacle, ese 4-2 en la Copa Oro. Hoy en día, el proyecto cambió de nombre, se dejó de trabajar intensamente con los juveniles y volvieron a lo de antes.

Estados Unidos, como en 1994, juega con mas naturalizados que con nacidos en su territorio. Confían ahora en el talento que viene de fuera que el que ellos mismos creían que pueden crear. Y lo más importante de todo, se perdió la continuidad. En quince años US soccer contó con 3 seleccionadores que desde el día uno trabajaron juntos y se fueron sucediendo uno al otro como en la realeza. Sampson, Arena y Bradley tenían el mismo estilo y las mismas metas. Tenían jugadores estadounidenses, atletas y dispuestos a luchar por su bandera. Tenían un proyecto, que les informo, fracasó. Se terminó la paciencia, se terminaron los trabajos con juveniles, se terminó la continuidad. Volvieron los naturalizados y llegó un técnico extranjero. Hace semanas se presentó a Jurgen Klinsman como el nuevo jefe de la selección de futbol norteamericana y él mismo anunció que se va a reestructurar la federación y se va a trabajar de un modo distinto.

Y todo esto va a que el próximo miércoles tenemos un amistoso no muy amistoso contra ellos. Contra el ahora muy joven sistema de futbol gringo. El que le dio pelea a México, el que sorpendió en la confederaciones, el que vio nacer al rival Landon Donovan, ese ya murió. Vamos a jugar y vamos a ganar contra un equipo nuevo, un equipo que no tiene experiencia. Como el del no muy lejano 1994.

Hasta a Estados Unidos se le va la paciencia en el futbol. Estados Unidos nunca va a ser potencia en futbol, porque nuestro querido juego no es como los demás, aquí se necesita algo más. Algo especial. Son grandes, fuertes y poderosos en todo lo que exista, excepto en futbol.

Y como cantaba aquél cuervo en la película de Dumbo: "Nunca vi, ni espero ver, a un elefante volar".

Aquí, desde el sillón, las potencias del futbol serán siempre las potencias del futbol.

AP

lunes, 1 de agosto de 2011

Honor a quien honor merece.

El aficionado, desde que se despierta hasta que regresa a dormir, en un día de partido solo piensa en su equipo y solo piensa en ganar. Ser seguidor de un equipo de futbol es la única versión del amor en el que es imposible ser infiel. Ser parte del jugador número doce es ser parte de una historia que inconscientemente se vive en cuerpo y alma. La afición, la porra, los fieles son los que le dan el sabor especial a todo esto que más nos gusta, el futbol.

Que importa si a los que apoyan juegan en divisiones inferiores, que importa si no dan finales, que importa si no dan trofeos. Cuando tu corazón está pintado con esos colores te dedicas a estar siempre ahí para tu equipo. Los de sol, los de preferente, los de numerado y hasta los de palco comparten un mismo amor incondicional y difícilmente entendido sobre un equipo.

Les voy a contar sobre la siempre leal afición de los Correcaminos de la UAT. Un equipo en el que han desfilado grandes jugadores como Sambulá, Smith, René Mendieta, Almaguer, Kalusha y hasta el "General" Carlos Pavón entre otros. Este club de futbol que le da a su fanaticada una alegría por cada diez tristezas.

Era la temporada 86-87 de la segunda división cuando este equipo logró coronarse y de esa manera conseguiría el ascenso a la primera nacional. Así como ascendieron, ocho temporadas después, en la 94-95 descendieron. Desde entonces, solo han llegado a una final por el ascenso y se perdió. En 1997 frente a los Tigres de la UANL. Al paso de los años y de los tropiezos, los únicos que no abandonan al equipo son sus seguidores que cada quince días se dan cita en el estadio Marte R. Gómez para apoyar a los suyos sin importar que los suyos no puedan regresarles la sonrisa que algún día tuvieron en su rostro.

El viernes pasado se inauguró el torneo de Apertura 2011 de la Liga de Ascenso. Los de Victoria debían enfrentar al histórico León. Como cada inicio de campaña, se renuevan ilusiones y se apoya con todo en busca de la copa y de poder regresar al máximo circuito. Ahí, entrando al estadio un pequeño de entre 10 y 12 años de edad cuestionó a su padre que apurado buscaba un buen lugar en la tribuna. ."¿Papá, por qué le vamos a Correcaminos?". Sin dudarlo, el padre contesto en menos de 2 segundos. -" Pues porque es el mejor equipo del mundo."

Corría el minuto 70´y los locales ganaban 3-0, el estadio era un manicomio, una verdadera fiesta. Pero como ha pasado antes, el equipo solo puede otorgar una alegría por campaña y no la iban a gastar en la primera jornada. El León empató y el partido terminó 3-3. El niño salió llorando sin comprender muchas cosas de la historia del que ahora está destinado a ser su equipo por el resto de su vida. En quince días regresará a su estadio y así lo hará por el resto de su vida. Apoyo incondicional, en las buenas, en las malas y en las peores. Así es la afición naranja. Así es la afición al futbol.

En primera división o en cualquier liga sucede lo mismo con la fanaticada. Se aguanta de todo. Aquí en nuestro futbol tenemos el claro ejemplo con las aficiones de Tigres y Atlas. Verdaderos ejemplos de lealtad.

La gente apoya, grita y también exige. La gente crea superhéroes vestidos con los colores de su equipo. La gente otorga el título de "crack" al que porte la camiseta con el "10". No importa si juegan en la tercera, segunda o primera división. Todo equipo tiene una afición, toda afición tiene un equipo. En ese equipo tienen a su jugador histórico, otro aguerrido y uno más que es el "matón". Que importa si el delantero de tu equipo se llama Fulano Pérez. Para el aficionado, es un Messi cualquiera que por razones de la mala suerte no ha llegado a conquistar la Champions League con algún club del viejo continente.

¿Y si no existiera el que siente la derrota como si hubiera perdido su casa?, ¿Y si no existiera el que celebra las victorias como si hubiese ganado la lotería?, ¿Y si no existieran los que ahorran todo un año para comprar la armadura con las que sus guerreros librarán mas de mil batallas?, ¿Y si el futbol no tuviera aficionados?

El jugador número doce es tan indispensable como el capitán del equipo, esta mas dispuesto a pelear cada segundo por sus colores que el fuerte mediocampista y más decidido a apostar cada jugada que el delantero que no perdona nunca a los arqueros rivales.

Como lo dijo Aythami Artiles, jugador del Xerez de liga española, "¿Qué si va a ser importante la afición? Es que la afición es la vida de un equipo, sin afición no habría equipo".

Aquí, desde el sillón, un gran aplauso y un merecido homenaje a los que le ponen el sabor al juego.

AP

Saludos a mi amigo @MSamano75 , excelente comentarista en Cd. Victoria y naranja de corazón que nos invitó a vivir con la afición naranja la jornada uno de la liga de ascenso.