lunes, 26 de septiembre de 2011

Se fue el 28 y se separaron.

Estimado amigo, si usted empezó a ver el futbol mexicano en el año 2000, no se enoje. Pero si ya lo veía desde antes, solo acuérdese. ¿Regresarán los mismos Rayados de Monterrey? Aquellos que pueden jugar bonito a ratos, pero que dependerán de un jugador. Pareciera que a Monterrey se le acabó la magia, pero no es cierto. A Rayados, se le fue el espíritu, el amor a la camiseta. Se les fue el Cabrito.

En los últimos diez años, el Club de Futbol Monterrey siempre era de cuidado. Si bien no ganaba campeonatos siempre estaba peleando su lugar en la liguilla. La mejor afición del país llenaba el TEC y al que lo visitara le entraba el miedo. Probablemente eso provocó que Ricardo Martínez fuera buen arquero, que Pablo Rotchen pudiera jugar bien, que Walter Ervitti fuera un crack, que Luis Pérez adoptara el azul y blanco como sus colores de cantera, que el Guille fuera más grande que el cerro de la silla. Al parecer todos ellos amaban la camiseta, amaban ser rayados. El más importante de todos, José de Jesús. Ese sí que era un rayado y desde la cuna. Por eso Monterrey estaba ahí. En realidad "El Fugas" era malo para ubicarse, a Rotchen no lo expulsaban siempre de milagro, Ervitti tenía la mecha corta y Lucho era un chamaquito. Pero como querían ganar, ganaban. Esa es la diferencia.

Que tan aguerrido era ese equipo que el técnico que llegó a hacerlos campeón fue Passarella. Garra y corazón, por eso los rayados figuraban. Después llegó Miguel Herrera y se le ocurrió ser descarado al atacar y los llevó a dos finales. Equipazo, decíamos varios. Luego le toco el turno a La Volpe, que manera de jugar del Club de Futbol Monterrey, con todo al frente, velocidad en las bandas. Y ninguno de esos me había hecho ver la realidad, hasta que llegó el "Vuce". Un experto en saber manejar un vestidor y un viejo lobo de mar que difícilmente se equivoca en los cambios. El Vuce le dio a Rayados dos campeonatos y un boleto a un mundial de clubes. "El Rey Midas" le decían los que hoy quieren crucificarlo.

¿Y esto qué? Víctor Manuel Vucetich, excelente técnico, nos dice que a este equipo no le hace falta un buen entrenador, a este equipo no le faltan figuras, a este equipo no necesita memorizar parados tácticos. Este equipo necesita a su afición, entrega, garra, corazón y amor a la camiseta. Esa combinación exacta, si falla algo el Monterrey no funciona. Del 2002 al 2010 era una maravilla visitar ese estadio. ¿El equipo jugaba bonito? El equipo hacía lo que tenía que hacer, porque si no lo hacía salía el Cabrito y los hacía correr. Porque si no lo hacía salía Lucho y los hacía barrerse. Porque si no lo hacía la afición les chiflaba. Hoy, cuando juegan en el TEC, entre Lucho y la afición le recuerdan al Chupete y a Ayoví que aquí se ama a la raya y que uno se muere en la cancha. Pero de visitantes, a Lucho ya nadie lo pela.

A rayados se le terminaron los jugadores que mueren por su camiseta. Parece que juegan por obligación. Una vez por semana es noticia la fiesta de los miércoles en casa de Santana. Si el Club, por cuestiones de seguridad, decide entrenar solo en las mañanas, los jugadores lo festejan. Menos chamba, mismo billete.

A Rayados se le está apagando el corazón y ningún aficionado, de cualquier equipo, que ha visitado antes el Estadio Tecnológico quisiera que eso pasara. Se perdió el sentido, el que llegaba a rayados, llegaba al club que pelea los 90. Ahora, el que llega a rayados, llega porque pagan bien.

Y no falta el inconsciente, el de mala memoria que culpa a Vucetich. Víctor Manuel hace su trabajo. Los para igual que siempre y los cambios deberían funcionar. Pero en Monterrey ya no están concentrados, al Monterrey le faltan Cabritos.

Si el Chupete se quiere ir, pues buen viaje. Algún día llegará otro crack. No se preocupen.

Aquí, desde el sillón, que a la raya le den un electroshock que se nos está muriendo.

AP

lunes, 19 de septiembre de 2011

Les cortaron la cabeza, ¿Se lo merecían?

La jornada 9 del futbol mexicano fue la decisiva, tres directores técnicos cesados. Los entrenadores de los que hoy ocupan los últimos lugares de la tabla general serán remplazados para la próxima semana. Pero ¿merecían ser cesados? Aún faltan 8 jornadas en un futbol en donde si tienes una buena racha te puedes colar a la liguilla. Pareciera que es una excusa simplemente o lo hacen por costumbre, así es nuestro futbol. Después de medio torneo, el ir en los últimos lugares te hace merecedor a ser destituido del puesto de entrenador. Que importa cuántos puntos lleves y a cuantos puntos estés de entrar a la zona de clasificación.

El primero de ellos, el de América, Carlos Reinoso. La directiva se cansó de esperar un buen resultado y lo mandó a la calle. Los de Coapa han sumado 9 puntos hasta el momento y ocupan el lugar 16 de la tabla general. El líder general de la competencia (empate entre Jaguares, Cruz Azul y Chivas) suma 17 puntos. Es decir, solo 8 puntitos más y quedan 24 por disputarse. Lo que lo hace mas incoherente es que el octavo lugar (último puesto para poder entrar en la liguilla) tiene 13 puntos, solo 4 más que las águilas. El torneo está muy cerrado. Considero que la directiva debía aguantarlo al final. Ahora, los de pantalón largo nombraron a Alfredo Tena como su nuevo estratega. Aquí no creo que haya problema, pues ganan 2 jueguitos seguidos y se acabó.

La verdadera crisis de medio torneo es la que enfrentan Xolos y Zorros. Ambos peleando por no descender. Ellos si necesitan empezar a sumar desde ya. Estos equipos necesitan puntos para la próxima temporada.

En el 17 general encontramos a los Xolos de Tijuana. Han sumado 6 puntos y no pueden ganar de local. Los de pantalón largo se cansaron y le dieron las gracias a Joaquín Del Olmo. Aquí la situación es distinta, el equipo fronterizo está peleando el descenso. Les urgen resultados positivos, no empatar, solo ganar. Sumar es prioridad. Para los Xolos, el llegar a la liguilla sería un premio extra, ellos deben enfocarse en sacar las victorias. Lo que más les ha pesado es que no han podido ganar en su propio estadio, el que visita el Estadio Caliente seguro saca puntos de ahí. Xolos en Tijuana es como un cheque al portador. Ojalá que el nuevo estratega pueda inyectar la motivación necesaria para esos equipos que luchan por mantenerse en la primera categoría.

El último lugar de la tabla general del futbol mexicano, después de 9 jornadas, lo ocupan los Zorros del Atlas. Los rojinegros parecen obstinados en querer descender. Hacen todo lo posible para que todo el mundo hable mal de ellos. Antes del torneo, lo del joven Rivera. Ahora, con 5 puntos sumados. Cuando quedan 24 por disputarse y están a solo 8 puntos de la zona de clasificación. Corren a Rubén Omar Romano. Me atrevo a decir que se equivocan, Romano es el único que quería ser técnico de Atlas. Ahora esa directiva tendrá que enfrentar las consecuencias. El nuevo entrenador de Atlas será Juan Carlos Chávez que nunca ha dirigido antes en primera, para no hacerle el cuento largo, jamás ha dirigido a mayores de 20 años. El ahora ex entrenador de la selección sub 20 tiene la difícil tarea de hacer que los rojinegros sumen. Mala decisión creo yo. Me atrevo a decir que en Atlas, todo es culpa de los que toman decisiones, ellos no quieren al equipo.

¿Es necesario correr entrenadores a medio torneo, si ya se recorrió la mitad del trayecto? ¿Será posible que una nueva idea pueda cambiar un equipo en tan poco tiempo? Solo quedan ocho semanas. En este torneo que el Atlas puede ganarle al que sea si sale en un buen día ¿Para qué cambiar de cuerpo técnico?

El primer lugar le lleva al último lugar una ventaja de 12 puntos. Quedan por disputarse en este torneo 24 puntos por equipo. Yéndonos a los números, se me hacen muy precipitadas las decisiones de cambiar de técnico. La única que más o menos podría entender es la de Xolos, porque les urge sumar y porque son nuevos. El América lo hace por presión y Atlas por costumbre.

Aquí, desde el sillón, veremos si funcionan los cambios precipitados.

AP

lunes, 12 de septiembre de 2011

Todavía es buena hora para juntar puntitos.

En un abrir y cerrar de ojos, ya estamos a medio torneo. Ya podemos empezar a ver quiénes son los que se enfilan a entrar a la liguilla y hasta podemos aventurarnos a predecir a los finalistas. ¿O no?

En un torneo como el nuestro, impredecible, no gana el que mejor juega. Gana el que pasa por el mejor momento en la liguilla. El reto aquí no es ser el mejor de las primeras 17 jornadas. El reto es estar dentro de los mejores 8 en esas 17 semanas y luego, ya que se logró, ser el mejor de las siguientes 3 semanas. Tener una buena racha, no equivocarse. Nuestro torneo es competitivo, más que los mejores del mundo.

A medio torneo no se puede adelantar nada en nuestro futbol. Surgirán favoritos, pero ¿Apoco no son los mismos de siempre y otros dos? Si estuviéramos en otra parte del mundo, mi análisis estaría fundado y motivado. Probablemente acertaría a los finalistas. Cualquiera podría. Pero aquí no. Seguramente Chivas, Tigres, Cruz Azul y Monterrey estarán en la liguilla. Si entra Jaguares sería sorpresa (aún cuando regularmente lo haga, será sorpresa solo porque se llaman Jaguares y solo por eso). Querétaro golea al campeón actual y se nos ocurre decir que es porque Pumas sufre de campeonitis, pero ni de broma porque Querétaro está jugando bien. Aquí los favoritos son los mismos desde hace 24 años, que yo sepa, pero siempre ganan otros.

A nivel regional, pues Monterrey es favorito por lo mostrado en años pasados. Pero no por lo que está mostrando en el actual torneo. Bajo ese mismo criterio, Tigres no lo es, aunque el torneo pasado haya sido líder general y en este torneo este invicto. ¿Cómo va a ser favorito? Son los Tigres. Hasta los mismos seguidores felinos están sorprendidos porque el invicto y flamante segundo lugar general goleo en el Estadio Universitario 5-0 a un Pachuca que ocupa el 12 lugar general. El argumento, pues no ha ganado en 30 años un campeonato. Que importa a que juega. ¡No ha ganado en 30 años! Ese argumento es suficiente para que el aficionado se olvide del buen futbol de los que visten de amarillo.

A nivel nacional, los favoritos son Pumas y Chivas para salir campeón. Y para semifinalistas Cruz Azul y América. ¿Por qué? Pues nada más porque esos han sido los favoritos desde que nací. La campaña publicitaria más triste del planeta "El América es grande, muy grande" no es necesaria. Este torneo cualquiera le gana al América, ha perdido con Tecos y con Atlante en el Estadio Azteca y todavía sus seguidores caminan con un orgullo indescriptible, "somos los más grandes" dicen ellos mientras buscan malos pretextos para justificar su pobre futbol. Chivas va de líder, Cruz Azul de tercero (hasta aquí normal, según la historia). Pero Pumas es octavo. Y qué decir de las aguilitas. Los de Coapa están en el lugar 16 de la tabla. ¿Muy grande?

Jaguares va en cuarto lugar general y Gallos en sexto. Son las sorpresas, solo porque se llaman así. Porque si fuera por futbol, la sorpresa sería que Jaguares no estuviera en los primeros ocho de la tabla. Vean sus números. Califica una temporada si y otra no, hasta lograron un superliderato no hace mucho. Pero se llaman gacho, por eso son sorpresa.

¿Y los Xolos ya pasaron de moda? Más de uno pensó en cambiarse de equipo antes de empezar el torneo. Pero pues aunque tengan nombre chistoso y su escudo sea un perro feo, no dejan de ser "el que ascendió". Y como tal, tiene que ocupar los últimos lugares de la tabla. Así es esto. Tijuana no gana ni un tiro de esquina, pobres perros.

¿Y los "nuevos grandes" Toluca y Pachuca? Pues ya en el olvido, Toluca ya no gana ni en su casa y a Pachuca todos le hacen lo que quieren. Pero esto a medio torneo, así como es esto igual y se meten a la liguilla. Siempre son candidatos, bueno, desde hace quince años.

Sigamos disfrutando nuestro futbol, no tengo la menor idea de quienes van a ser los ocho que van a estar en la liguilla, aunque casi estoy seguro que cuatro de esos van a ser Chivas, Tigres, Monterrey y Cruz Azul. No sé quien va a terminar de líder general, creo que uno de esos cuatro también. Y menos se quien va a levantar la copa, ni siquiera sé si va a ser uno de esos cuatro. Ya en liguilla es otro cuento. La liguilla la gana el que tenga un buen mes, nada más. Sin más explicaciones, el más suertudo entre noviembre y diciembre es el campeón de México. Puede que Tigres que juega bonito, puede que Jaguares que es sorpresa siempre o hasta puede que el último general que esta como a mil años de poder jugar bien. Pero pues juntando puntitos y llegando al octavo general puede lograrlo.

Vamos a apoyar cada quien a sus colores, sigamos disfrutando nuestro querido torneo.

Aquí, desde el sillón, dejemos a los "expertos" que digan que en España va a ganar el Barcelona.

AP

lunes, 5 de septiembre de 2011

Por los caprichos de nuestros directivos.

En nuestro muy competitivo e impredecible futbol mexicano, lo que está de moda es tener cantera. Quedó demostrado que Pumas puede ser campeón con sus chamacos y que Chivas puede pelear por el liderato general debutando a ocho jugadores por torneo. Si la nueva tendencia es invertir en fuerzas básicas, si la federación revive los torneos juveniles y si los fichajes extranjeros ya no son de alta calidad. ¿Cómo demonios una institución como el Atlas, conocida por sus juveniles, no cuida a sus futuras promesas?

La historia en breve. Edson Rivera era un juvenil del Atlas, como los hay muchos. Su contrato con el club rojinegro terminó antes de que fuera convocado al mundial sub20. Así las cosas, el equipo tapatío intentó renovar el contrato antes de que el joven viajara con el seleccionado, los zorros ofrecieron 15 mil pesos mensuales y el canterano lo rechazó.

Nos tenemos que poner en los zapatos del jugador, es un irresponsable. Si se lesiona en la justa mundialista no tiene contrato y se termina su carrera. Y si nos ponemos en el lugar del equipo, que irresponsables también. El muchacho va a un aparador de primera clase como lo es un mundial. Es como vender joyas y no tenerlas bajo llave o sin la vigilancia de un guardia. A lo que vamos es que al momento de viajar a Colombia al mundial, Rivera y Atlas ya no tenían nada en común. El contrato terminó y cada quien por su lado.

Los ingenuos directivos de Atlas nunca imaginaron que su ahora ex-jugador daría un excelente mundial y que varios equipos de Europa lo iban a querer en sus filas. Al enterarse de esto, los rojinegros quisieron sentarse a negociar. Ofrecieron cincuenta mil mensuales para un jugador de 19 años que aún no debutaba en primera nacional. ¿Qué respondió Rivera?, pues que no, que muchas gracias pero que ya tenía equipo. El "Pilón" prefirió emigrar a Portugal al Sporting Clube de Braga. Allá le pagan mejor, allá es Europa y allá tiene la oportunidad de competir en el máximo nivel.

Pero en nuestro egoísta e inmaduro futbol la historia no puede terminar ahí. El Atlas quedó molesto. ¿Cómo es posible que no sienta los colores?, ¡Es un malagradecido! El club Atlas de Guadalajara pidió a la Federación Mexicana de Futbol, por increíble que parezca, que el joven Rivera fuera vetado de toda posible convocatoria a selección nacional.

Dejándose llevar por el calor del momento. Decio de María, secretario general de la federación, calificó de "gandallas" a los portugueses. De que se aprovecharon de un indefenso chamaquito, que lo sedujeron con engaños y que pisotearon la ética en el futbol. Como si aquí en México tuviéramos un poco de eso. Señor Decio, usted sabe de negocios. Lo que pasó es totalmente permitido. El chavo no tenía contrato con nadie, era libre, un club lo quiso contratar y ahora Rivera es jugador del Braga.

Después, los directivos se dieron cuenta que sus desplantes eran ridículos y le levantaron el veto a Rivera. Señores directivos, a nadie quieran engañar, le levantaron el veto pero le van a dejar caer con todo del egoísmo y las malas costumbres el llamado "pacto de caballeros" que tenemos en este futbol tan peculiar. Espero que Edson Rivera triunfe en el viejo continente, de lo contrario su carrera termina, porque en México no va a jugar nunca. Así somos.

Al Atlas le dolió que prefiriera a otro club que a sus colores, ellos reclaman ahora derechos de formación, ellos ahora quieren hacerse las víctimas. Ingenuos ellos que mandaron a un jugador a un mundial sin un contrato.

Lo triste de esto es que el joven de 19 años se fue por la puerta de atrás, repito, si no triunfa en Europa tendrá que venir de rodillas a suplicar perdón, a tratar de convencer al Atlas que nunca quiso hacerlo, que su corazón es rojinegro. Después de eso, la directiva de los zorros tendrá en sus manos el futuro de una promesa del futbol mexicano que lo único que quiere es ser mejor.

Se manejó pésimo, allá va a Europa un posible gran goleador mexicano. Aquí se queda, en Guadalajara, una directiva inmadura, egoísta y al mismo tiempo muy ingenua.

Aquí, desde el sillón, tratemos de erradicar el "pacto de caballeros" que lo único que hace es dañar nuestro futbol.

AP