lunes, 13 de junio de 2011

Cinco años después, Andrés saludó a su maestro.

El día que se dio la lista final para el mundial de Alemania en el 2006 nos enteramos que con el grupo viajaba un joven de 19 años. El típico jovencito que cada selección lleva para foguearse y que tiene que ser un consentido del técnico. Un muchacho un tanto desconocido para el medio futbolístico, jugaba en el Atlas y portaría la camiseta 18 en la justa internacional.

Se terminó la primera ronda y nuestra selección debía enfrentar a la fuerte Argentina (que como en todo mundial, era favorito). Se venían los albicelestes y había que jugar un buen partido, había que tener cuidado con la alineación y parado táctico que se iba a manejar. Horas antes de iniciar el partido se definió la alineación. El día Sábado 24 de junio del 2006, Ricardo Antonio La Volpe decidió poner de titular a un tal José Andrés Guardado Hernández que no cumplía aún con dos décadas de edad. El chavo dio un muy buen juego y llamó la atención de todos, Ricardo había acertado en su apuesta por el joven. Ese partido sería el debut mundialista del hoy conocido como "El Principito".

La historia ya la conocemos, partido apretado, empezamos ganando con un gol de capitán Rafael Márquez (también de los consentidos del profe. argentino). Nos empataron cuatro minutos después y luego en el alargue Maxi nos dejó sin palabras, clavó un golazo y nos mandó a dormir.

La Volpe sigue diciendo que él ha sido el mejor de DT que pudo haber tenido México, que si a él le chiflan a los demás técnicos tendríamos que crucificarlos y mil y un habladurías mas que no voy a repetir porque ustedes ya se las saben. Lo que si le voy a decir a Ricardo es que el mundo da muchas vueltas.

Ya pasaron 5 años de ese partido, el joven Andrés ya juega en Europa y es referente en nuestro equipo nacional. Seguro estoy de que estima de manera especial al bigotón, lo ve como un padrino y seguramente como un símbolo en la dirección técnica en el equipo de sus amores.

A lo que voy con todo esto, se explica fácil en el popular refrán "cría cuervos y te sacarán los ojos". Márquez y Guardado (atlistas, pupilos y consentidos del hoy técnico de Costa Rica) fueron los que ayer le dejaron claro a La Volpe que no lo necesitamos para poder meter goles, que no lo necesitamos para tocar la pelota treinta veces sin que el rival pueda tenerla en sus pies, que no lo necesitamos para jugar con dos extremos abiertos, que no lo necesitamos para ganar.

México ayer no estuvo cerca de la perfección, pero si jugó un muy buen primer tiempo. Guardado, aparte de los dos golazos, hizo lo que quiso en la cancha, iba y venía a placer. Andrés le recordó a su maestro lo que es jugar como a él le gustaba (porque los ticos no jugaron ni como el Atlas, ni como el TRI, ni como Rayados, ni como Boca, ni como Vélez, es más, no jugaron a nada en los primeros 45 minutos).

No estoy seguro, puede ser, me aventuro a adivinar que detrás de la seriedad que mostraba La Volpe en sus expresiones, por dentro sintió alegría por su alumno y hasta pudo haber pensado. "Yo le enseñé a empeinar así la pelota".

La Volpe se quedó con una cara de espanto, no supo ni que hacer y espera volver a enfrentar a México en la final. Avísenle que no va a pasar.

Nuestra selección derrotó 4-1 a Costa Rica y con esto el TRI de mi corazón logró 9 puntos de 9 posibles en la primera ronda del torneo, sin sorpresas, avanzamos a la segunda ronda y reitero: Estamos obligados a ganar esta Copa Oro.

Aquí, desde el sillón, se vio un golazo de Guardado y se disfrutó la cara de confundido del que hoy dirige a los ticos.

AP

Mención especial a los cubanos que ayer metieron un golestio y con la espalda.

2 comentarios:

  1. la portada de cancha lo dice todo: TOMALA BIGOTON

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  2. Podríamos volver a saludar al maestro en la Copa América. Si México y Costa Rica quedan en 2 lugar de sus grupos tocaría enfrentarnos en cuartos.

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