Al César lo que es de César.

Llegó el día de pelear por la Copa Oro, para demostrar que México es el mejor del área. No existe otro rival en esta zona aparte de Estados Unidos. Los norteamericanos fueron, son y seguirán siendo los que nos incomoden un poco.

El partido del orgullo no podía ser mejor, México se levantó en el momento exacto para matar al rival. Como el ave fénix, el TRI de mi corazón reclamó su lugar en la historia, de entre las cenizas resurgió para apabullar al rival.

La historia ya es conocida, se dio un rarísimo primer tiempo en el que perdíamos por diferencia de dos y se llegó a empatar. Hubo tres cambios por lesión, dos de los nuestros y uno de ellos que sería clave. Por los gringos entró Bornstein que fue un flanecito para el espectacular juego de Giovanni Dos Santos. Al descanso nos fuimos 2-2, llenos de incertidumbre. Con un solo cambio para afrontar la batalla.

Al segundo tiempo salió un equipo arrollador, jugadas por las bandas, ida y vuelta. No le prestaríamos la pelota a los vecinos del norte, ¿para qué? si ni saben tratarla bien.

Vimos a un Pablo Barrera que para mi sorpresa, se le quitó lo fallón en momentos clave. Un Torrado que no dejó pasar ni al aire y hasta se le vieron dotes de buena técnica. El secreto, una defensa sólida con Reynoso, Torres-Nilo, Moreno y Juárez. La magia, toda esa salió de los botines del 10 mexicano. Ese sábado estaba destinado a ser el día de Gio, el día del juego bonito.

Dos Santos fue y vino las veces que quiso, se burló de los laterales contrarios, les dio a entender que son inferiores, los gringos no tenían la menor idea de cómo marcar al habilidoso jugador mexicano. ¡A sí! también les pintó la cara y los sepultó con un magistral gol. De esos goles que nos recuerdan quien es el que manda. Se quitó al que se le atravesó y luego la técnica individual, ahí, bombeadita y en el ángulo. Para recordarle a los vecinos del norte que a papá no se le falta al respeto.

4-2 a Estados Unidos. México campeón de la Copa Oro.

México sin duda alguna es el mejor de esta confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe. Es cierto que somos muy superiores para esta zona, pero también es verdad que habrá que trabajar fuerte para refrendarlo. Estamos llenos de irregularidades fuera de la cancha, pero dentro del rectángulo verde no cabe duda de lo que podemos jugar.

No sé si regrese ese mote del "gigante" de la concacaf, no voy a hablar de gigantes. Lo que les puedo decir es que somos los mejores, 22 goles a favor y 4 en contra, 6 partidos jugados, 6 ganados. Somos el TRI, a los caribeños les damos miedo, los centroamericanos nos tienen respeto y los de arriba nos tienen envidia.

El TRI de mi corazón, como en su camiseta, es dorado.

Aquí, desde el sillón, se vió lo que es obvio. México es el mejor de la concacaf.

AP

Para mí, Andrés Guardado fue el mejor del torneo.