lunes, 16 de enero de 2012

De Tlatilco para el mundo.

Al aficionado solo hay que mencionarle un episodio del pasado para que active la memoria y haga recordar pasajes memorables de nuestra liga mexicana. Cada década tiene su héroe y su estrella fugaz. Cada quien sabe cuál le corresponde, yo nací en los ochentas y recuerdo al cometa Muff. Zdenko pasó y nunca volvió pero todos los que lo vimos jugar lo recordamos. Mi viejo habla de la solidez de Quintano, mi abuelo recuerda al "Tigre" Sepúlveda y así cada quien al de su tiempo. Pero todos los viejos, adultos y niños que hacemos nuestro al futbol mexicano sabemos, recordamos y vibramos con uno solo. Si nunca lo viste jugar o si recuerdas todos y cada uno de sus movimientos, que importa. Sabes que es el sabor de esta liga, el "crack" de los mundiales y el indiscutible en cada partido del TRI. Los que son de chivas lo quieren de una manera extraña.

Si algún 17 de enero fuera a caer en fin de semana se debería de hacer fiesta en los rectángulos verdes. Ese día, en 1973 nació en el barrio de Tlatilco en la Ciudad de México el niño Cuauhtémoc Blanco Bravo. Nació y al poco tiempo su familia se mudó a Tepito y de ahí la historia. Cumple 39 años el único e inalcanzable guerrero águila. Muchos ponen a Hugo arriba de él. Les recuerdo que Hugo nunca los hizo vibrar en un mundial con una "cuautemiña" o con algo parecido a un clavado invertido, boca arriba y rematar con la parte externa para empatar un partido que parecía perdido en plena Copa del Mundo (si usted puede describir mejor ese remate, hágalo).

A sus 19 años logró debutar con las Águilas del América. El 2 de diciembre de 1992 en León, Guanajuato iniciaría la historia de un grande. Es el segundo mejor goleador en la historia del América. Campeón de goleo en la liga mexicana en 1998, máximo goleador mexicano en Copa Libertadores con 15 tantos, mundialista en 1998, 2002 y 2010. Campeón de dos Copas Oro y una Copa Confederaciones. También jugó en Europa, dos temporadas en donde le clavó un golazo al Real Madrid. Gracias a una grave lesión perdió el futbol europeo. Campeón con el equipo de sus amores en 2005 y sigue en activo en la liga de ascenso después de pasar dos años en la MLS.

Más allá de sus logros deportivos, Cuau es genio y figura en el campo. Siempre polémico, siempre queriendo ganar. Si la mitad de los jugadores mexicanos fueran tan amorosos con su camiseta como lo es Blanco el nivel de esta liga se dispararía considerablemente. Si la mitad de los que cobran en esta liga fueran tan competitivos como el guerrero águila tendríamos problemas para armar una selección nacional.

Polémico desde siempre, enredado en conflictos en el campo y fuera de este. Todos conocen a Cuau por esto o por aquello. "Crack" de la cancha, blanco perfecto de los paparazis y tema preferido de los programas de chismes. El creativo jugador nunca se calla lo que piensa ni esconde lo que hace. Goles en mundiales, demandas de divorcio e infidelidades. Actor de telenovelas y dueño de restaurantes. Amigo de las estrellas y consejero de los niños que pretenden jugar futbol. México conoce su historia, hombres, mujeres y niños. Antifutboleros, aficionados y fanáticos. Todos recuerdan con mucha alegría su pasado con la verde, todos hemos gritado un gol de Cuau. Todos alguna vez le festejamos sus ademanes en el campo, sus insultos al rival y los regaños al árbitro. Todos queremos ver al que nació en Tlatilco y creció en Tepito.

Feliz cumpleaños al verdadero guerrero águila.

Aquí, desde el sillón, un homenaje al jugador de la gente. Al que ama y siente los colores. Al que siempre prefiere jugar futbol con la camiseta del TRI antes que recibir un cheque.

AP

1 comentario:

  1. ¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar para que aparezca alguien parecido a él en talento, show y presencia futbolística? No lo sé Peña, esperemos y no mucho.

    Pero a los que nos gusta el fútbol (de nuestra generación) siempre lo recordaremos como el jugador mexicano que más disfrutabamos ver jugar por todo lo ya mencionado en tu columna.

    Saludos, un Abrazo

    ResponderEliminar