viernes, 9 de diciembre de 2011

¡Que vuele!

¿Usted sabe cuánto sufre la afición naranja? En el norte del país se discute si la de Rayados o la de Tigres es la mejor de México. En el centro se habla de la frustración de la de Cruz Azul y en el sur apenas están entendiendo lo que es llorar por la camiseta con Atlante.

La de Correcaminos de Ciudad Victoria es aguantadora, pero lo más importante: es fiel. Aún no conozco a un seguidor de ese equipo que no llore por esos colores. El ave naranja ascendió y muy poco tiempo después, descendió. Y el estadio se sigue llenando.

Los Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas se fundaron en 1980, siete años después ya eran de primera. En la temporada 86-87 dejaron la segunda y se ganaron la máxima categoría. Ahí varios récords no muy honorables, 54 partidos sin ganar de visitante es uno de ellos. El gusto duró muy poco, en 1995 descendió. En 1997 se perdió una final con los Tigres, en la que los de la UANL ascendieron.

Siempre protagonista en la segunda categoría, los aficionados victorenses nunca la han abandonado a pesar del éxito no obtenido. La gente apoya por amor y solo por amor, los colores son los que mandan. Al Marte R. Gómez no va más que puro aficionado de hueso colorado y se llena el estadio. La gente alienta del 0 al 90. Las porras y cánticos no dejan lugar al silencio, la gente en Victoria es de esas aficiones que merecen un lugar en primera. Saben de futbol, pero lo más importante es que saben sentir la camiseta. A la franela naranja se le respeta, todo jugador que no entendiera eso tiene que largarse y nunca volver, de eso se encarga la afición. Público fuerte, exigente. Es la fanaticada que se deja sentir. Hoy buscan su recompensa.

Después de muchos años de llorar, hoy sonríe Manuel. Él nunca falla, en las buenas y en las malas. Ha visto caer a su equipo en cuartos de final y en semifinales la cantidad de veces que me quiera decir. Correcaminos siempre está en la liguilla pero difícilmente pelea por el campeonato. Manuel siente la camiseta, poco importa la final de primera. El Corre esta a 90 minutos de la gloria.

El partido de ida de la final del Apertura 2011 de la liga de ascenso se jugó el pasado miércoles en el Marte R. Gómez. El inmueble con capacidad para 18 mil espectadores, ese día albergó a 20 mil. Todos quieren ver al equipo de sus amores campeonar. El rival es el poderoso líder general, La Piedad. El partido arranca como toda final, disputado.

Aprovechando la localía, el ídolo local y capitán del equipo, Diego Olsina, marca el 1-0. Inexplicable lo que sucede en el inmueble de Carrera Torres. La locura se desata, el carnaval de alegría se hace presente. Correcaminos ya está ganando 1-0. Pasa el tiempo y cae el 2-0. La afición que tanto llora, hoy sonríe. Después el 2-1 y a escasos minutos del final un 3-1 que confirma que los naranjas van por todo. Es su tiempo, ya les toca. Manuel grita de alegría, Manuel llora de emoción. Manuel siente que es tiempo de volver a primera.

“No vayamos tan rápido”, le aconsejan los adultos experimentados. El sábado en Michoacán enfrentaran un complicado partido. A La Piedad le toca de local, falta el de vuelta. Es cierto que Correcaminos aún no es campeón, es cierto que lo más complicado está por venir, es verdad que al superlíder habrá que respetarle. Los tamaulipecos gozan con ventaja de dos goles. Será un juegazo, esos que la liga de ascenso puede brindar. No tenemos idea que pueda pasar, los jugadores de esa división son muy jóvenes o muy experimentados. Olsina y compañía deben mantener cabeza fría. Pero les digo, a Manuel y a los victorenses lo único que les importa es levantar la copa, la manera es lo de menos.

Sábado 10 de diciembre de 2011 a las 3 de la tarde en La Piedad un juegazo de futbol. No se lo pierda. Usted puede ser testigo de la historia. El ave naranja puede emprender su vuelo de regreso hacia la primera nacional.

Aquí, desde el sillón, esperemos que como el fénix, que vuele el ave naranja.

AP

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